Con dificultades para facilitar cumplimiento cívico de las personas con discapacidad física en el Colegio Santa Teresita del distrito de Santiago de Surco (uno de los 767 centros de votación en Lima y 4572 en todo el Perú), se dio acabo este 10 de abril el proceso de votación para las Elecciones Generales 2011, en el que se escogerá al presidente número 57 del Perú, además de los 120 congresistas y 5 miembros que conformarán el Parlamento Andino.
Producto de la falta de organización, herramientas y tecnología por parte de la ONPE, durante todo el proceso, sucedió un hecho lamentable, dificultando a los electores con discapacidad física (quienes no podían subir escaleras) cumplir con su deber cívico. Si bien se había colocado una carpa para la atención preferencial en el patio principal del colegio, la logística para la votación fue poco eficiente, pues para cada elector, un miembro de mesa tenía que buscar el salón en donde se encontraba el acta del votante, la hoja de registro para firmar y colocar la huella digital y el ánfora para que pueda introducir su cédula, para luego llevarse todo eso hasta a la carpa y, por lógicamente, regresarlo a la misma aula.
Inclusive, en algunas ocasiones los tres miembros que asistían esta mesa desaparecían para buscar todo ese kit para cada elector, dejando la carpa completamente fuera de custodia, produciendo desorden, demora y malestar para los votantes en este sector. Muchos incluso, desconcertados y hartos de esperar tnto tiempo, terminaron subiendo por sus propios medios las escaleras. “Al final esto termina siendo no tan preferencial; llevo acá parada más de media hora. Las organización está fuera de lugar y debería implantar un mejor sistema para facilitar nuestra votación”, comentó Daniel Andrade Salazar, un anciano en andador, quien hacía cola desde varios minutos en esta sección.
Por otro lado, cabe mencionar que las puertas de este colegio se abrieron a las 7:17a.m e inmediatamente comenzaron a entrar los primeros 30 votantes aproximadamente, pues desde un poco más 25 minutos antes se iba formando una cola en la puerta principal de la escuela. A esa misma hora, tan solo habían tan solo llegado unos 60 miembros de mesa de los 328 programados.
En tanto, a diferencia de las elecciones presidenciales pasadas, sorprendió la repartición de volantes para las personas que formaban la cola afuera de la escuela, en donde figuraba el cuadro de grupos de votación, que ayudaba al votante identificar fácilmente en qué pabellón, piso, aula y mesa tendría que dirigirse para sufragar.
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