Entrevista a Richard Porras (19/06/2009)
En una etapa en donde ni siquiera existe una liga profesional ni amateur de básquet en el Perú, el ex vicepresidente de la Federación Peruana de Básquet y comentarista de los partidos de la NBA en CMD, Richard Porras, analiza la situación de la actual crisis de este deporte, culpando directamente a los dirigentes.
Por Eduardo Li
¿Quiénes son los principales culpables de la actual crisis en el básquet nacional?
Sin lugar a dudas, los dirigentes. Cada uno tiene que hacer su trabajo y éstos son los que tienen que crear las condiciones para que el básquet se desarrolle; si no lo hacen, ¿cómo hacemos? No se puede hacer nada. Nosotros, los entrenadores, dirigimos; los jugadores juegan; los árbitros arbitran. Insisto, las condiciones las tienen que poner los dirigentes.
Pero tú fuiste vicepresidente de la Federación el año pasado…
Claro, sólo algunos meses, hasta diciembre del año pasado, no más, gracias a Dios. La verdad, quise hacer muchas cosas, lo intenté, pero los dirigentes en ese momento se encargaron de desprestigiarme y boicotear todo lo que hacía. Hicieron lo mismo con el IPD y los Registros Públicos. No vale la pena recordar esa etapa. Sin duda alguna, esta última década, donde ha estado el último presidente de la Federación, el general Ferreyros, fue la más desastrosa.
¿Cómo consideras el desempeño del IPD y de Arturo Woodman como soporte de la FPB?
Creo que Arturo Woodman es un buen tipo. Me he reunido varias veces con él durante el año pasado cuando yo estaba como vicepresidente. Él está dispuesto a apoyar. Sin embargo, en la Federación teníamos un problema con el IPD. Era básicamente que había dirigentes, no voy a darte nombres, quienes creían que lo sabían todo. Entonces, uno iba con un proyecto y lo rechazaban, iba con otro proyecto y volvía a rebotar. Había especialmente un dirigente, de quien dependíamos nosotros, a quien todo lo que llevábamos tenía como respuesta un “no, no, no…”. Pero Arturo no es una persona bruta, es inteligente. Es un tipo a quien le conversas, le planteas las cosas bien, le dices que necesitas cierta cantidad de dinero y te va a decir que sí. Todo depende, también, de lo que uno le presente, tiene que ser razonable; ya que él maneja dinero del Estado, no lo puede tirar al caño.
¿Consideras oportuna la intervención del IPD en la FPB, a través de una comisión transitoria, para llevar a cabo nuevas elecciones electorales y regularizar los problemas jurídicos y económicos?
Totalmente. Ahora en el básquet todo el mundo está peleado. Pero la realidad, en primer lugar, es que en la directiva anterior generaron una serie de confusiones en cuanto a la institucionalidad de la Federación, generando una variedad de trabas en los Registros Públicos. Éstas fueron originadas por un señor, te lo voy a decir con nombre y apellido, Gastón Luna Guillén, quien fue el otro vicepresidente, confabulado con el general Ferreyros, haciendo hasta lo imposible para que nadie se pueda inscribir. En segundo lugar, estos señores, realizaron una elección digitada, de tal manera que “ganaban” los candidatos que ellos mismos elegían. Está comprobado. Hay documentos y testimonios, entre ellos, el mío, que lo demuestran. En tercer lugar, la conveniencia de la comisión transitoria se da a través de un marco en el que en este momento todo el básquet está polarizado. Están los “buenos y los malos”. Todo el mundo se pelea. Esto se debe a que Ferreyros y Luna se encargaron de poner como “los malos” a unos, entre ellos yo. Pero yo no soy ni bueno ni malo. La elección estuvo mal hecha y ya está. Eso es todo el problema. En último lugar, si el IPD está actuando de esta manera, lo hace de acuerdo a la ley; según el amparo del artículo 3º de la Ley 28523, que modifica la Ley de Promoción y Desarrollo del Deporte. Aquélla establece que ante una sóla impugnación, el IPD nombrará una comisión transitoria para que ponga orden y llame nuevas elecciones. En este caso, no ha impugnado en una liga de provincia, sino en 16. Pero esto va más allá, estas impugnaciones han pasado por un filtro legal para verificar si son sustentadas; si lo hacen, procede la transitoria. Esto es, sin duda, lo mejor que nos puede pasar, porque lo que va a hacer es poner orden y llamar a nuevas elecciones. Es una transitoria, justamente se llama así porque dura un periodo de tiempo corto, en este caso, creo que seis meses.
Esperemos que esta comisión tenga éxito…
Sí. Mira, por lo que yo tengo entendido, en esta transitoria está metido Óscar Ortigosa, Tomás Sangio, Oscar Sevilla… gente consciente, que ha sido presidente de la Federación antes y que, por otro lado, tampoco quiere quedarse allí de por vida.
¿Por qué tanto afán de los dirigentes en aferrarse a sus cargos?
Justamente, el tema de la Federación y todos sus conflictos suceden a partir de que los dirigentes hacen hasta lo imposible por quedarse, debido a que las academias deportivas de la Federación generan plata, mucha plata. El problema es que nadie sabe dónde termina esta plata. Pero fíjate que, en mi caso, a mí no me importaba nada de eso. Es más, no la pasé nada bien; no me hice ningún problema y me fui.
En caso de regularse todos estos problemas después de la comisión transitoria, ¿te gustaría regresar a la dirigencia de la Federación?
En otras circunstancias y condiciones, quién sabe. Quizás con otra gente, que quiera trabajar de verdad. Te digo que acá el básquet no se va a desarrollar sin dirigentes que la tengan clara y en este momento, lamentablemente, no hay muchos de éstos.
¿Por qué crees que al peruano sólo le gusta el fútbol?
No creo que al peruano sólo le guste el fútbol. La pregunta sería ¿Por qué a los periodistas les gusta sólo el fútbol? Es que este deporte arrastra a mucha gente; también, mucha plata. Pero hay mucha gente que juega básquet. En los colegios y universidades privadas y particulares, en todo tipo de niveles y de estratos sociales se juega básquet. Lo que pasa es que se ha maltratado mucho el juego, entonces hace mucho que no ganamos nada. En el fútbol tampoco. Pero el fútbol es un deporte muy simple: agarras una pelota, pones dos piedras y ya está. El básquet es un juego más complicado. Pero, como te digo, se juega mucho acá en el Perú, lo que pasa es que hay cierto nivel de incredulidad en que el básquet pueda pegar. Aunque yo soy un convencido de que sí. A la gente le gusta; sin embargo, los periódicos y la televisión no se interesan mucho en este tema porque argumentan que no jala a mucha gente. Pero no estoy de acuerdo con eso.
Pero se está presentando una oportunidad de que Cable Mágico transmita partidos de una liga…
Mira, en el año 2005 yo le presenté un proyecto a Cable Mágico para transmitir los partidos de una liga profesional. Habían aceptado, ya estaba todo hecho. Se venían mejores condiciones, pero ya te imaginas qué sucedió: se presentó la ley del “perro del hortelano” y boicotearon el proyecto. Pero ojalá que con la comisión transitoria, que la conforma gente consciente, se pueda retomar el tema. Aunque es probable que dentro de poco Cable Mágico transmita partidos de la liga, pero no sabemos en qué horario. Calculo que serán en horarios insospechados. ¿Si es un avance? Pues yo creo que no. Porque la televisión tiene una virtud: te desnuda tal cual eres. Si eres bueno, lo notarán; si eres malo, también te dejará en evidencia. Y la realidad es que el básquet peruano no está bien; por ello, si esta realidad es transmitida, nos va a desnudar y dejar mal parados. Son partidos de 40… 50 puntos, eso no nos ayuda mucho, ¿no crees? Esperemos que con la transitoria podamos caminar de nuevo, poner un poco de orden y olvidarnos de esta década que la manejó Ferreyros y su gente, que realmente fue un desastre para el básquet peruano.
¿Es muy difícil que la empresa privada invierta en el básquet nacional?
No. Esto es como un camión que está parado: trata de empujarlo; al comienzo no vas a poder o va a ser muy difícil. Pero cuando comienzas a hacerlo, cada vez es más fácil. Así, el tema es sacar al básquet de donde está, sacarlo de su posición de ‘peso muerto’. Comenzar a empujar y empujar. Al comienzo, no vendrán grandes inversiones, los auspiciadores no querrán poner su dinero, pero en la medida que vayas avanzando, seguramente que sí. La naturaleza de este juego lo hace mucho más entretenido que el vóley o el mismo fútbol. Es un juego mucho más rápido, dinámico y espectacular, inclusive. Mientras que, por ejemplo, en el fútbol la pelota anda por la mitad de la cancha y se agarran a patadas a cada rato; en el básquet es un ‘ir y venir’ constantemente, muy aparte de que si fallen o no. No obstante, como te dije, ahora no es muy conveniente la incursión de la televisión, pero en otras condiciones sería bueno.
¿Qué opinión tienes acerca de la idea de privatizar el básquet?
Es que, de por sí, la Federación es sólo un ente rector. Lo que tiene que hacer es poner las condiciones y las reglas para que esto se desarrolle. Después de eso, debe supervisar que quienes se afilien a la Federación cumplan esas reglas. Ojo, sólo supervisar. No tiene por qué actuar ni meterse ‘en la casa de nadie’, de ningún club, porque de hecho, el básquet es privado. Por ejemplo, si la Federación establece que los partidos se jueguen cuatro cuartos de 12 minutos; de acuerdo, entonces todos lo hacen. No obstante, eso no quiere decir que la Federación vaya a ser el árbitro o el cronometrista. Sólo controla que se jueguen cuatro cuartos de 12. Ahora la situación es crítica, debido a que las reglas no están dadas. Los dirigentes no funcionan; entonces, nosotros, los clubes, tampoco. El problema es muy grave.
¿Crees que en Perú hay biotipo para ganar algún día algo en el básquet internacional?
Pues, yo creo que sí, fíjate. Hay un dicho que dice “todo lo que hace 2.05m, lo puede hacer uno de 2.00; y todo lo que hace uno de 2.00m, lo puede hacer uno de 1.95m”. Además, nosotros también tenemos jugadores grandes: Ignacio de Ferrari (2.04m), Aldo de Ferrari (2.06m), Rodrigo Masías (2.06), Gonzalo de la Lama (2.02m); hay varios. Pero más allá de esto, lo que tiene que hacer una liga profesional, es comprometer la participación de extranjeros, como jugadores norteamericanos. Cuando este tipo de cosas pasan, siempre viene por lo menos uno que pasa los 2.00m para cada equipo. Pasaría lo mismo que en España, los norteamericanos se nacionalizaban españoles. Incluso, un norteamericano se casaría con una peruana y tendrían un hijo que es grandote. Te voy a dar un ejemplo claro: hace muchos años, vino un norteamericano, Mike Fritz Morris, y se casó con Marilú Menéndez, quien era pívot de la selección peruana. Tuvieron una hija que mide 1.96m. ¿Te das cuenta? El biotipo pasa a un segundo plano. Influyen los aspectos deportivos, sociales y las relaciones humanas. Sumándose a esto, ¿que si hay talento acá? Pues, yo creo que todos los países tienen talento. Nosotros también lo tenemos. Lo que pasa es que la competencia te trae para abajo. Es como si uno se vaya a entrenar todo un año con los San Antonio Spurs, regresas y la rompes. Ahora, traemos a Emanuel Ginóbili para que juegue un año; sucede lo inverso. Todo también depende mucho de la competencia, que te arrastra hacia donde está. Si la competencia está arriba, te lleva hacia arriba; si está abajo, te arrastra hacia abajo.