Entrevista a Daniel Peredo (11/06/2009)

Daniel Peredo, en uno de los salones de Isil.
Días antes de cumplir sus 40 años, Daniel Peredo, quien tiene la oportunidad de trabajar en prensa escrita, radial, televisiva y en un instituto dictando clases de periodismo deportivo, nos cuenta sobre sus inicios y su presente como periodista; asimismo, opina sobre la selección peruana.
Autor: Eduardo Li
De haber podido escoger tu propio destino, ¿hubieses preferido ser futbolista o periodista?
No, no. Yo nunca quise ser futbolista. No soy de esos periodistas que dicen que son futbolistas frustrados, que se fueron a probar a algún club, los rechazaron y como solución se metieron como periodistas. Yo no. Siempre tuve claro que quería ser periodista.
¿Eres hincha de la “U”?
No. Aunque todos los periodistas que estamos metidos en el fútbol hemos sido en algún momento hinchas de algún equipo. Yo no lo voy a negar, no voy a decir que ‘sólo he sido hincha de la selección’ pues, sería mentir. Es lógico que para gustarme tanto el fútbol, como me gusta ahora, tiene que haber sido por algo que haya comenzado desde muy pequeño. Por tanto, cuando era niño, era hincha de la “U”. Iba al estadio. Aunque nunca he sido un fanático, o sea, sólo un hincha que iba a algunos partidos importantes. Pero después entré al periodismo y conforme fue pasando el tiempo, fui perdiendo cualquier identificación con cualquier equipo. Entendí que para crecer como periodista, tenía que disminuir como hincha. Y ya después de casi 20 años de carrera, hoy, creo, más allá de lo que la gente pueda pensar, he perdido totalmente mi identificación con algún equipo. Soy hincha del equipo que mete el gol al momento de transmitir.
¿Crees que los periodistas no deberían decir abiertamente de qué equipo son hinchas?
Lo que pasa es que hay algunos prejuicios acá. Por ejemplo, si un periodista dice que es hincha de un determinado equipo y opina que éste jugó bien, o si le ‘pega’ a otro, automáticamente pueden relacionar su identificación con el equipo del que es hincha. Lo ideal para un periodista sería no tener ninguna identificación con ningún equipo o que ésta, en general para todos los que están en el mundo del fútbol, no influya en tu trabajo. Por ejemplo, como una vez dijo Mauricio Macri (Presidente de Boca Juniors) cuando vino a Perú, “lo peor que puede hacer un dirigente es pensar como hincha: tener cabeza caliente, tomar decisiones a penas termina un partido y este tipo de cosas”. Lo mismo hay que pedirle al periodista: que no trabaje como hincha.
¿Consideras que eres la voz más autorizada dentro del periodismo en el fútbol peruano?
No, no creo (sonríe). Sólo trato de hacer mi trabajo de la mejor manera posible. Respeto todas las opiniones. Trato de leer, escuchar y ver a todos, sacar mis propias conclusiones y opinar. No me creo para nada el juez ni el dueño de la verdad, como pasa con muchos periodistas en el Perú y creo que es un error. Pero sí me doy cuenta de algunos cambios, de algunas situaciones a partir de mi presencia en algunos lugares. Siento una buena onda con la gente en todos los estadios: en el Monumental, en Matute, en el San Martín, en el Callao, en provincias. Entonces, eso es algo que yo valoro mucho, que agradezco y trato de proteger.
¿Quiénes serían tus referentes en el periodismo deportivo?
Hoy, me parece que hay varios periodistas, dentro de una generación, de los que andan por los 45 años, muy marcada, pareja y competitiva. Éstos vendrían a ser: Alberto (Beingolea), Micky (Rospigliosi), Eddie (Fleischman), Trisano (Lucho), Barnechea (Gustavo), entre otros. Me parece que ellos son casi de la misma edad. Más allá de que soy un poco menor que ellos (40 años), no me llegan a considerar dentro de esa generación. Yo creo que la gente me identifica más con la de Koki (Gonzales) o Erick (Osores).
Muchos creen que tú sabes más de fútbol que Alberto Beingolea. ¿Crees que justamente por el hecho de que él pertenece a otra generación no te tomen a ti en cuenta para que conduzcas los programas que compartes con él?
Lo que sucede es que cuando yo entré al canal, él ya estaba a cargo de la conducción. Pero sí me gustaría conducir algún programa, no lo voy a negar. Creo que forma parte de un plan propio y de mis aspiraciones llegar conducir algún programa o tener uno propio. Hay momentos en los que sí me gustaría comentar un poco más. Sin embargo, dentro de la posición que tengo en el canal, me alcanza para demostrar lo que puedo saber y comentar. Como algunos dicen, “el tiempo se encargará de poner cada cosa en su lugar” y espero que el tiempo lo haga. Si no lo hace, bueno, yo este trabajo lo adoro. Como conductor, co-conductor, narrador, comentarista, trato de hacer lo mejor posible. Y hablando personalmente del tema de Alberto, yo tengo muchas cosas que valorarle. Él me deja ser. Yo reconozco que soy un tipo que mientras narra le gusta opinar y él me deja. Hay muchos comentaristas que te dicen: “Oye, tú narra pues; el comentarista soy yo”. Y el más claro ejemplo es mi narración y comentario en el gol de Fano (a Argentina), que narro 2 minutos con 15 segundos y le doy pase a Alberto diciendo “comenta, después de todas las repeticiones, Alberto Beingolea” y el árbitro ya había pitado el final; entonces él ya no lo consideraba necesario y simplemente dice “bueno, se acabó el partido, vamos abajo, Fernando (Egúsquiza”). El tipo tiene un gran nivel de tolerancia, manejo y es muy seguro de sí mismo. Estoy seguro que otros comentaristas en mi comentario de este gol me hubiesen cortado. Entonces, esto sí yo lo valoro de Alberto: que me deje ser. Esto sucede, de repente, también por la relación que tenemos nosotros fuera de cámaras, que somos personas que nos conocemos desde hace muchos años. En realidad, él no es un tipo fácil; no me lo malinterpreten. Es un tipo con mucha experiencia y mucho manejo. A veces el transmite la imagen de ser un tipo sobrado, pero no es así para nada.
¿Eres de escucharte cómo narras después de las transmisiones?
Sí, me gusta. Aunque al comienzo, no, por mi voz. En realidad me gustaba más comentar que narrar. Sentía, siento hasta ahora, no voy a cambiar, que mi voz es muy chillona para la narración. Pero creo que ha habido un cambio en la televisión en lo que se refiere la tendencia para transmitir, que coincidió justamente cuando yo entré a narrar en televisión, que tiene que ver con un cambio de emoción. Antes uno entraba a narrar en televisión y te decían “no seas radial”, por unas razones obvias, de descripción básicamente. Pero esto no quería decir que no seas emotivo. La televisión como que tuvo durante muchos años transmisiones muy lentas, calmadas, planas. Antes narraban más locutores que periodistas, tipos que aprovechaban más su voz que sus conocimientos de juego. En la actualidad quedan un par todavía (risas). Pero yo apuesto por lo otro.
¿Quiénes fueron tus referentes como narradores?
Siempre me ha gustado ver cosas de afuera. Mariano Closs me parece extraordinario, me gusta su capacidad para adelantarse; tiene la suerte de transmitir siempre desde el estadio y marca los fuera de juego, ve a los líneas (jueces), la posición de los jugadores. Eso admiro de él. Walter Nelson me agrada también; y el que nunca, Marcelo Araujo, me parece excesivo.
¿Qué sientes cuando vuelves a escucharte en la narración del gol de Fano (contra Argentina)?
Cuando termina el partido, al salir del estadio, ya sentía que algo había hecho. Así como hay jugadores a quienes los marcan sus goles, yo sentía que a mí me marcó el gol de Fano. Como que a partir de ahí hubo un antes y un después para el gol. Más allá de los gritos destemplados, creo que el gol es el reflejo de lo que yo soy cuando narro: soy hincha del equipo que mete el gol. Trato de identificarme o de ponerme en el lugar de la persona que está viendo el partido. Me parece que el gol lo habremos gritado los peruanos de una manera distinta que como cuando gritamos otro gol. Ese gol me permitió explotar mi pasión por el fútbol, el periodismo y la selección. La selección, como narrador, te da otras licencias y libertades que uno no tiene cuando transmite otro tipo de partidos. Cuando hay un córner puedes decir “vamos que lo ganamos, vamos con todo en ésta, vamos a meterla”; cuando defendemos, “defendamos bien, parémonos bien”.
¿Pelé o Maradona?
Maradona, porque yo lo vi jugar. La primera vez que vino fue en el 79, que llegó a Lima con Argentinos Juniors a jugar un partido contra la selección. Ese partido yo no lo vi, pero sabía de su existencia, sabía que se venía un jugador con mucho talento. Después, en el 81, vino con Boca a jugar dos partidos: uno contra la “U” y el otro contra Alianza. En esa época, cuando iba al estadio para ver los partidos importantes de la “U”, como te contaba, ahorré muchísimo y lo fui a ver. El precio de la entrada al campeonato nacional no tenían punto de comparación con la de Boca; había hartas colas y yo me levanté bien temprano a comprar mi entrada. Las amigas de mi mamá le decían a ella: “¿Cómo es posible que tu hijo se gaste esa cantidad de plata? Son cuatro kilos de carne, diez kilos de arroz. No puede gastar en eso”. Es que yo siempre he sido de clase media; ahora el fútbol y el periodismo me permiten tener algunas comodidades. Pero mis viejos siempre tenían claro qué era lo que yo quería ser: periodista deportivo.
¿Cuál es tu posición frente a la no convocatoria de Pizarro, Farfán, Acasiete y Mendoza?
Creo que en su momento, dejar sentada una medida de sanción era lo correcto, que los jugadores hayan sido suspendidos. Pero después de que haya pasado el tiempo de suspensión y que el técnico ya nos los convoque, me parece que éste termina personalizando la situación. Ellos tuvieron una sanción de 18 meses, éstos pasaron; ya está pues, ¿no? Fueron sancionados, cumplieron su sanción… ¿por qué sigue (Chemo) en esa idea cerrada de no llamarlos? Porque ya siente que se lo ha hecho a él. Me parece, como te repito, que termina personalizando la situación.
Entonces, ¿crees que deberían ser convocados?
Sí, aunque hoy ya no, pues… La más clara demostración de lo mejor que resulta al no venir a la selección es que Pizarro y Farfán, sin no venir, uno pasa por el mejor momento de su carrera y el otro está disfrutando de sus vacaciones, respectivamente. Les hicieron un favor al no ser convocados. Mira dónde está Guerrero: cambió su química con la gente; el tipo más querido por la hinchada termina por ser el más rechazado.
Acasiete siempre ha manifestado que le gustaría volver a la selección, ¿crees que lo mismo pasa con Farfán y Pizarro?
Allí hay una gran responsabilidad de los jugadores y su poco compromiso con la selección, pero también hay una gran responsabilidad del técnico de su poca capacidad por generar ese compromiso.
Viendo los últimos partidos de Perú contra Ecuador y Colombia, ¿sigues creyendo que los jugadores que juegan en el exterior vienen más que todo por obligación que por convicción?
Sí. Para graficarlo, antes cuando un jugador veía su nombre en la nómina de convocados se alegraba. Ahora, cuando no, piensa “qué paja no tener que ir a eso”. La Videna, lamentablemente, se ha convertido en una trituradora de carne.
¿Qué le faltó a Chemo durante toda la eliminatoria?
A la luz de los resultados, del manejo, de su planteamiento, le faltó todo. Le faltó ser técnico, estratega, líder… le faltó todo. Yo he reconocido públicamente que pensaba que le iba a ir bien. No he tenido tampoco temor en decir que una de las grandes decepciones como técnico de la selección peruana ha sido Chemo; por lo menos hasta ahora, ya que su carrera no se ha terminado tampoco.
¿Quién sería el idóneo para su reemplazo?
Pienso que hoy tenemos que darnos cuenta de que tiene que ser un técnico del extranjero, muy por encima del nivel del fútbol peruano; que tenga hambre, que asuma a Perú como un reto, que sepa que puede hacer historia. Y cuesta pues. Los técnicos de primer nivel cuestan. Acá el tema del sueldo del técnico de la selección se ha convertido en un tema nacional. Queremos traer al gran técnico y no gastar. No, pues. En el fútbol de hoy un gran técnico vale… y vale bastante.
Para finalizar, te voy a hacer un “ping-pong”. Te digo algo y me respondes con lo primero que se te venga a la mente.
Fútbol
Pasión
«Goles en acción»
Televisión
Milhouse (personaje de Los Simpson)
Me gritan
La “U”
Un equipo de fútbol
Alianza
Otro equipo
Lionel Messi
Maradona
Manuel Burga
Renuncia
Fútbol peruano
El pan nuestro
Tu hija, Fátima
Una nueva vida
3 comentarios:
La pregunta es.............aliancista de nacimiento???? Se ñor yo lo conozco a uste cuando no tenia ningun equipo....es mas no sabia nada de futbol.........(Hasta ahora no sabe jugar)
Buen blog chino.........
bien Chino!! pero cuelga mas articulos pues, ahi vas en rumbo, futuro colega, cualquier cosa que necesites y que yo pueda ayudarte, sabes que lo hare mi Acu lee.. besos miles..
Gracias, mis fans! jajajajajaja!!! Pucha, no tengo tiempo. Pero dentro de poco cuelgo más artículos.
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